El fenómeno de la ola coreana ha trascendido muchas barreras, y una de ellas, siendo el idioma, ha impulsado a la literatura coreana para que muchas personas de otros países y lenguas, puedan tener acceso a ella. Venezuela, siendo un país donde hay desafíos en adquirir libros físicos de autores surcoreanos, aún así recibe obras que son reconocidas a nivel mundial y cautivan a lectores venezolanos.
La traducción al español de obras coreanas contemporáneas ha sido crucial para su expansión y fácil acceso en Latinoamérica. Gracias al cuidado de los traductores por mantener la esencia original, estos libros han llegado a manos de los lectores hispanohablantes, incluidos los venezolanos, mediante la importación desde países como España y Colombia, lo que representa un valioso aporte a la literatura en la región.

Además, esto es una muestra sobre el gran impacto que hubo entre los lectores en general y los aficionados de la cultura coreana. A pesar de que la literatura coreana de autores contemporáneos se ha incorporado en Venezuela durante los últimos años, era lo que hacía falta por explorar de la ola coreana y que estuviera en los estantes de las librerías venezolanas. Gracias a estas obras, los fans de la cultura coreana logran fomentar el hábito de la lectura, e incluso han llamado la atención de otros lectores, porque les permite entender aún más sobre la cultura, la sociedad y la historia de Corea. También existen libros de la literatura coreana contemporánea que ofrecen narrativas con temas universales e invitan a una profunda conexión con la realidad y la historia, especialmente en contextos como el de Venezuela.

El anuncio del Premio Nobel de Literatura 2024, otorgado sorpresivamente a la autora coreana Han Kang justo después del Día del Hangul, generó una doble celebración para Corea, resaltando la riqueza de su idioma y el auge de su literatura. Este galardón impulsó significativamente las ventas de sus libros a nivel global y en Corea. Gracias a este aumento en las ventas y al prestigio internacional obtenido, obras de Han Kang como 'La clase de griego', 'La vegetariana', 'Actos Humanos', 'Imposible decir adiós', 'Blanco' y 'Guardé el anochecer en el cajón' se hicieron accesibles en Venezuela.

Tenemos obras como ‘Actos Humanos’ de Han Kang, que resuenan con la memoria histórica y las heridas sociales de Venezuela, y la lucha por los derechos humanos y el recuerdo de episodios de represión son temas dolorosos y vigentes. Esta obra, nos invita a reflexionar sobre la dignidad humana y las consecuencias de los hechos en la vida individual y colectiva.
Por otra parte, la novela gráfica ‘La Espera’ de Keum Suk Gendry-Kim y la saga ‘Pachinko’ de Min Jin Lee exploran la migración, el desplazamiento forzado y la perseverancia familiar. ‘La Espera’ nos relata sobre la separación de familias a causa de la Guerra de Corea, un dolor que se asemeja al de millones de venezolanos que han debido emigrar, enfrentando la ruptura familiar y la búsqueda de identidad en tierras extranjeras, así como lo experimentan los personajes en ‘Pachinko’.
La literatura coreana nos ayuda a explorar y reflexionar sobre ciertos temas, como la estructura social, la salud mental y las relaciones interpersonales. Además, permite a los lectores hispanohablantes y, en particular, a los venezolanos, asociar temas de resistencia, trauma, identidad y migración con sus propias vivencias y el turbulento camino de su historia reciente. Este tipo de literatura hace que el lector hispanohablante, especialmente el venezolano, no solo conozca sobre una sociedad lejana como la coreana, sino que también pueda profundizar y analizar su propia realidad histórica y social.
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