En este artículo, he querido homenajear al maestro Ahn Eak-tai y a su esposa, Dolores Talavera, ambos vivieron en Mallorca, una preciosa isla española situada en el archipiélago Balear.
Descubrir que pasaron años residiendo en España me hizo buscar información y personas con las que poder hablar sobre ello. Así es como llegué a tener contacto con su hija pequeña, Leonor Ahn. Ella misma me hizo llegar un precioso libro donde su madre, siendo ya viuda, narraba su vida junto al maestro Ahn Eak-tai. Y es a partir del mismo, después de leerlo muy detenidamente donde pude obtener toda la información para este artículo.
Nacido en Pyongyang el 5 de diciembre de 1906, Ahn Eak-tai (안익태) es una de las figuras más emblemáticas de la música clásica. Desde una edad temprana, su vida estuvo marcada por su gran pasión, la música, que lo llevó a ser considerado un niño prodigio. A los siete años, ya comenzaba a destacar, tocando el violín y la trompeta en su escuela primaria, donde su talento no pasó desapercibido.
Durante su etapa en la escuela secundaria, Ahn se unió a la orquesta del centro educativo, recibiendo elogios por su habilidad y dedicación. Su sed de conocimiento lo llevó a Japón en 1926, donde ingresó en la prestigiosa Escuela de Música Kunitachi, un paso crucial en su formación como músico y compositor.

Fotografía del maestro Eak-tai y como fondo el puerto de Mallorca en los años 50, ambas del periódico “Última Hora”.
En 1930, regresó a su tierra natal con un sueño claro: convertirse en director de orquesta. Sin embargo, la opresión que sufrían los coreanos bajo el dominio japonés lo impulsó a buscar nuevas oportunidades en Estados Unidos. Así, el maestro Ahn Eak-tai no solo se convirtió en un referente musical, sino también en un símbolo de la lucha por la libertad y la expresión artística en tiempos difíciles.
Desde el puerto de Busan, emprendió un largo viaje, con destino a Nueva York, durante el cual ocurrió una anécdota que no hay que pasar por alto: el capitán, cautivado por los ensayos nocturnos del joven músico, le ofreció la oportunidad de tocar en primera clase y, cada domingo, en la capilla del barco. Este hecho mostró el talento del maestro y la admiración que su música despertaba en quienes pudieron disfrutar de su música.
Una vez en Estados Unidos, continuó su formación en la Universidad de Filadelfia. Se unió a la orquesta de Filadelfia como chelista de la mano del maestro Stokowski, con quien forjó una profunda amistad. Esta relación no solo enriqueció su experiencia musical, sino que también le abrió puertas en el vibrante panorama cultural de la época. Ahn Eak-tai, con su talento y determinación, estaba destinado a dejar una huella imborrable en el mundo de la música.
Tras su enriquecedora experiencia en Estados Unidos, emprendió un nuevo capítulo en su vida al marchar hacia Alemania, impulsado por su deseo de aprender de los más grandes maestros de la música. En este nuevo entorno, su talento no pasó desapercibido. El renombrado compositor Richard Strauss, al escuchar su música, más concretamente (Fantasía Sinfónica Coreana) quedó fascinado, dando inicio a una relación marcada por el respeto y la admiración mutua. Casi se podría decir que Strauss era como un padre para el gran maestro. La confianza que Strauss depositó en él fue tal que le encomendó la dirección de orquestas a lo largo y ancho de Europa.

A la derecha el maestro junto a Richard Strauss y a la izquierda, una carta escrita por Richard Strauss a Eak-tai y traducida al español. Ambas pertenecen al libro “Mallorca y Eak Tai Ahn”.
Sin embargo, su legado más perdurable se encuentra en su obra maestra: el himno nacional de Corea, “Aegukga (애국가)”, también conocido como ¨La Canción Patriótica¨. Compuesto en 1937, este himno no fue presentado oficialmente al pueblo coreano hasta 1945, un momento que marcó un hito en la historia del país. Desde su creación hasta que vio oficialmente la luz, el himno fue compartido por el propio Ahn entre sus compatriotas coreanos en el exilio. Así, no solo se convirtió en un maestro de la música, sino también en un símbolo de la identidad y la resistencia coreana.
Es en el año 1943 cuando el Embajador de España en Francia le ofrece dirigir la Orquesta Sinfónica de Barcelona y es en esta misma ciudad donde conoce a Lolita Talavera en una reunión social. Ella empieza a trabajar con él como intérprete de las crónicas que sobre su persona se escribían y surgió el amor. Se casan en 1946 y se trasladan a vivir a Mallorca donde reside hasta su muerte en 1965.
La decisión de vivir en esta preciosa isla viene dada por la propuesta que Julio San Martín, secretario del Círculo de Bellas Artes de Mallorca, le hizo. Se trataba ni más ni menos, que quedar al mando de la Sinfónica de Mallorca. El presidente del Círculo de Bellas Artes Antonio Parietti y el maestro don José Balaguer, que se convirtieron en sus grandes amigos, esperaban su llegada para ultimar detalles y coger las riendas de la Sinfónica. El maestro Ahn Eak-tai sería el primer coreano en España.

Puerto de Mallorca en los años 50. Fotografía diario de Mallorca
“Una tranquila isla que empieza a cambiar”. Así era la Mallorca de la década de los años 40 y 50, época en la cual la pareja se instaló en la misma.
Mallorca, la isla más extensa del archipiélago balear, es reconocida por sus playas, su impresionante costa y las montañas de la Sierra de Tramontana en el norte. Situada al este de la península Ibérica, en el Mar Mediterráneo.
En el año en que el maestro y su esposa llegan, se encuentran con una isla marcada aún por la posguerra y el dominio franquista, con ganas de salir adelante y modernizarse.
La vida en Mallorca era relativamente tranquila; su economía se apoyaba principalmente en la agricultura, la ganadería y la pesca tradicional. Hacia 1950, el turismo empezó a despuntar. Esto hizo que la isla se transformara y que este fuese el motivo del remonte para la economía, convirtiéndose hoy en día en su principal fuente de ingresos.
Las carreteras estaban en desarrollo, y los desplazamientos por el interior de la isla se realizaban principalmente por medios de transporte rudimentarios. La conectividad con el resto de España y Europa era limitada.
Las áreas más urbanas y pobladas eran Palma, Manacor, Alcúdia e Inca. Estas ciudades fueron las primeras en ofrecer servicios a los visitantes y, con ello, impulsaron el crecimiento económico. Asimismo, en relación con el maestro Eak-tai, pude decirse que estas ciudades fueron de sus preferidas, y donde la Sinfónica de Mallorca tuvo sus más reconocidas actuaciones.
El paisaje mallorquín fue el que cautivó a la pareja, lleno de naturaleza por todos los lados y con la paz que ésta transmite. La belleza de las flores de los almendros, los pájaros, el mar……
Dolores (su esposa) en su libro recuerda una frase del maestro que, a mi parecer, es preciosa: “Tener una orquesta en esta isla es como tener un lugar en el cielo”.
Desde que avistaron la isla, poco antes de que el barco que los conducía desde Barcelona atracara, Eak-tai y su esposa, Dolores, a la que llamaban cariñosamente Lolita, quedaron enamorados de aquel paisaje. Un sentimiento de paz los invadió, señal de que aquel era el lugar idóneo para vivir.
A su llegada, lo más prioritario fue encontrar un hogar. Así comenzaron a explorar rincones singulares de la isla. Una vez hallada la casa “Son Matet” ésta se convirtió en el hogar del matrimonio y en el escenario de numerosas reuniones de músicos y encuentros entre amigos.
Esta casa es bendecida con el nacimiento de tres hijas, Helena, Ana Cecilia y Leonor. Es con esta última con la que he tenido el gran honor de poder charlar sobre la vida de su padre y sobre la Casa Museo, donde se puede ver la gran trayectoria del maestro Ahn Eak-tai, de la cual se encarga y que muestra a todos aquellos que la visitan.
Escucharla hablar sobre sus padres y su vida, se hace evidente el profundo amor que siente por ellos. Sus palabras, cargadas de emoción, revelan no solo el orgullo que tiene por su familia, sino también el aprecio que los mallorquines les tienen.
El maestro empezó su trabajo con la orquesta Sinfónica a la par que disfrutaba de su estancia en la isla. Era una persona nada clasista y entre amigos había gente de la alta sociedad mallorquina y gente humilde del pueblo llano. Todos le admiraban y le expresaban un enorme cariño.

A la derecha el maestro Ahn y su esposa y a la izquierda una foto de ambos con sus hijas. Las fotografías son del libro "Mallorca y Eak Tai Ahn.
Su esposa, en el libro, nos cuenta cómo era el maestro, una persona con un espíritu inquieto y con ganas de aprender tanto el idioma español como el mallorquín. Él, a su vez, enseñaba palabras en coreano a sus interlocutores. Aprendía, no solo de los habitantes de la isla, sino también de todo lo que Mallorca era en su conjunto.
Hay una frase, que se refleja en el libro que escribió Dolores y que dijo un periodista refiriéndose al maestro y que me encanta “Eaktay es un corazón con batuta”. Creo que no puede haber una descripción tan exacta en una frase tan corta.
Aunque disfrutaba de su trabajo con la Sinfónica y la relación con los amigos que iba haciendo, no dejaba de tener esa melancolía por su país natal. Contaba historias sobre Corea y lo hacía con un gran cariño hacia su patria. Su ilusión era poder ir a su país acompañado de su mujer. De hecho, cuando Eaktay obtuvo su pasaporte coreano, en 1950, le otorgaron el número 0001, fue algo que estuvo esperando mucho tiempo, pero aún tardó un tiempo en pisar, de nuevo, su amada tierra.
Cuenta Dolores (su esposa) como anécdota, que la hora del té se convirtió en algo “tradicional” en Son Matet. El maestro era el encargado de su preparación y recibían a sus amigos para charlar y escuchar música mientras disfrutaban de ese momento. Por lo visto hacer el té se le daba fenomenal y si no era él quien lo preparaba, no sabía igual. Yo diría que esta ceremonia del té era excusa para poder oírle tocar algún instrumento o participar de las interminables tertulias sobre música que con tanto cariño tenía con los amigos que le visitaban en el hogar familiar y, sea dicho de paso, escuchar historias sobre Corea que a los oriundos de Mallorca tan lejos les quedaba.

Diferentes momentos en la vida de Ahn Eak-tai. Fotografías del libro “Mallorca y Eak Tai Ahn”
Entre tanto, la Sinfónica de Mallorca era cada vez más reconocida, y aunque los recursos con los que contaba no eran los más adecuados, eso no fue obstáculo para que tuviese un nombre, y ser reconocida como una gran orquesta. Una de las grandes obras interpretadas por la Sinfónica fue el Poema Sinfónico a Mallorca. En ella se podía apreciar cómo el Maestro sentía la isla, su belleza y sus tradiciones maravillosamente interpretadas por la orquesta que tantas alegrías le había dado. Estuvo al frente de la Sinfónica más de doce años, recuperando, además, grandes obras mallorquinas olvidadas.
En 1950, empieza la guerra de Corea, este hecho hace que el maestro esté preocupado e intenta informarse de la evolución de la misma a través de periódicos extranjeros, es más (cuenta Dolores en el libro), los propios vecinos si tenían noticias de ello enseguida se lo comunicaban. Él estaba muy sorprendido y agradecido por cómo la gente de Mallorca estaba pendiente de una guerra que les pillaba tan lejos, y que, por el cariño que los mallorquines le tenían, éstos le “arropaban” en los momentos de angustia.
En esos años empieza a repuntar el turismo en Mallorca, y con la generosidad característica que el maestro tiene, no duda de ayudar a los extranjeros recién llegados a visitar los lugares más importantes de la isla. Llegaron a crear el Club Amigos de Mallorca, que facilitó la estancia de los turistas organizando intercambios culturales entre los que llegaban y los que ya habitaban en la isla. Este club hizo que se incrementase el número de turistas que visitaban Mallorca. Se podría decir con esto que el maestro fue pionero como “relaciones públicas” de la isla.
Trabajador incansable no dejaba de dar conciertos dirigiendo las principales orquestas de París, Alemania, Londres, Italia, Madrid, Nueva York, Argentina, Oklajoma, Tokio…… Y por fin Corea.
Su querida esposa le acompañaba por Europa casi siempre, pero eran muchas las despedidas que llevaban a sus espaldas, no siendo nada fácil y mucho menos estar lejos de sus hijas.
El reconocimiento mundial del maestro, más allá de cansarle físicamente, le daba fuerza para seguir compartiendo con el mundo su gran pasión, la música.
En su último viaje a Corea Dolores, le acompañó y pudo pasar una larga temporada con su familia política y aprender el idioma coreano, ya que el maestro la animó a ir a una academia a estudiarlo. Algo curioso, y de lo que Dolores hace referencia en su libro, es que ya en aquella época había estudiantes de español, unos cuatrocientos jóvenes en Seúl se interesaban por aprender nuestro idioma. Recitaban a Lorca, hablaban de Cervantes, de Calderón y le preguntaban sobre España. Era curioso ver el interés que tenían por nuestro país.
Y los conciertos siguieron, los largos viajes…. tanto esfuerzo, tanta dedicación pasaron factura. El maestro se empezó a encontrar mal y creo yo, por lo que puedo leer en este precioso libro, intuía que su salud no era nada buena. Así fue, en julio de 1965 empeoró y tras dos meses en cama falleció el dieciséis de septiembre de ese mismo año.
En el tiempo que estuvo postrado sin apenas moverse todos sus amigos de Mallorca le acompañaron y le demostraron su incondicional amistad. Aquí es donde se puede ver el gran cariño que se le tenía y el gran vacío que dejó tras su fallecimiento. Mallorca no volvió a ser la misma.

A la izquierda arriba y abajo, detalles del monumento al gran maestro y a la derecha otra vista del mismo. Ambos de Word press y editados por Francis Requejo
Sus restos descansan en su país natal. Parte de su legado material se encuentra en el Museo Nacional de Seúl, aunque, afortunadamente, como ya he comentado antes, su hija Leonor, de la mano del gobierno coreano, abrió la casa residencial de la familia en 2016, en la que se encuentran gran parte de sus recuerdos, tanto familiares como profesionales, donde se palpa la sencillez, la generosidad, el vínculo con la cultura mallorquina y, por su puesto, su gran dedicación al mundo de la música
Como no podía ser menos, los mallorquines le nombraron Hijo Predilecto de Mallorca, en 2019. Dos placas, una en coreano y otra en mallorquín, recuerdan a su ilustre vecino en una de sus vías. Sin duda, son las más originales y especiales de cuantas pueda haber en la isla.

A la derecha Leonor, hija menor del maestro Eak-tai, fotografía cedida por Elena Ahn.
*Gracias a este precioso libro he podido saber sobre la vida del gran maestro, de sus pasiones, sus éxitos, del gran cariño que sentía por Mallorca y sus vecinos y lo mucho que aportó no solo a la isla, si no al mundo con su arte y talento. Gracias nuevamente a Leonor, su hija, por este precioso regalo.
*Fuente para el artículo: Libro Mallorca y Eaktay Ahn
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