El Centro Nacional del Patrimonio Inmaterial (국립무형유산원) es una institución dedicada a preservar y promocionar el patrimonio cultural inmaterial de Corea, como sus tradiciones, técnicas artísticas, artes escénicas y conocimientos; con el objetivo de divulgar este patrimonio a las generaciones futuras.
Ubicado en la ciudad de Jeonju, famosa por su riqueza histórica y arquitectura tradicional, el Centro Nacional del Patrimonio Inmaterial ofrece una variedad de exposiciones, talleres y espectáculos artísticos para todo aquel interesado en conocer Corea a un nivel más profundo.
Uno de los talleres que imparten y al que yo asistí es una breve clase para conocer y tocar el gayageum (가야금), un instrumento de cuerda que forma parte de la herencia musical del país.
La clase con duración aproximada de una hora y media fue impartida por una instrumentista experta en tocar el gayageum, en una gran sala en donde se ubicaban 20 espacios, cada uno con un cojín para que te pudieras sentar cómodamente en el piso, un atril con las partituras a tocar en la clase y un gayageum.

Breve introducción al gayageum
La clase comenzó con una breve introducción pero concreta explicación de lo que es el gayageum. Este instrumento de cuerda tradicional coreano nació en el periodo de Gaya y se caracteriza por tener doce cuerdas tejidas con hilo de seda sobre una tabla rectangular, estrecha y larga de madera de paulownia, con pequeños pilares de madera erguidos para sostener cada cuerda.

Se diferencia de otras cítaras asiáticas por su número de cuerdas. Por ejemplo, el koto japonés que tiene 11 cuerdas, el guzheng chino que tiene 16 o el tranh vietnamita que tiene 14.
Una vez terminada la explicación, se hacían preguntas para hacer más dinámica la clase, y a quien respondiera correctamente se le daba un pequeño obsequio (un dulce de leche de fresa).
¿Cómo tocar el gayageum?
Para tocar el gayageum es necesario sentarse en el suelo con las piernas cruzadas, colocando el extremo derecho de la tabla sobre las rodillas y dejando que el extremo izquierdo se asiente sobre el suelo. Para producir el sonido hay que pulsar las cuerdas con los dedos pulgar, índice y corazón como se muestra en el video proporcionado por el Centro Nacional de Gugak (국립국악원 ), institución dedicada a la preservación y promoción de la música tradicional coreana.
La primera canción que tocamos fue “Arirang”, una canción folclórica coreana y un símbolo musical del país con un peso cultural tan grande que incluso se considera el himno no oficial de Corea. Esta canción significa la unidad y esperanza del pueblo coreano, sobre todo en tiempos difíciles. En 2012 fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
La manera en la que la maestra explicó cómo tocar el gayageum y cómo se presentó la partitura de la canción fue considerando que, incluso una persona que no sabe leer una partitura pudiera interpretar la melodía. Además, en el gayageum se encontraban stickers debajo de cada cuerda para facilitar la localización de las notas musicales.

Gracias a estas facilidades, tocar este instrumento por primera vez hizo que la experiencia fuera menos intimidante y el aprendizaje más rápido. En los pocos minutos que nos dieron para practicar, fui capaz de tocar la primera línea de la partitura, lo cual me emocionó demasiado siendo mi primera vez tocando este bello instrumento.
En el grupo en el que estaba había gente de habla hispana procedente de países como México, Perú y España, por lo que además de “Arirang”, la maestra incluyó la partitura de la canción “La Cucaracha” para que aprendiéramos a tocarla en el gayageum. Este fue un detalle muy simbólico porque presencié la sinergia de dos culturas tan diferentes a través de la música. El gayageum, como ya se mencionó, es parte de la identidad musical de Corea, y “La Cucaracha”, parte de la tradición folclórica latinoamericana y de España; así que tocar esta canción en un instrumento que no forma parte de su cultura de origen fue realmente impactante y una experiencia muy enriquecedora.

Mi experiencia en el Centro Nacional del Patrimonio Inmaterial no solo me permitió aprender sobre uno de los instrumentos representativos de Corea, sino también, crear con mis propias manos un puente entre dos culturas a través de la música; lo que demuestra cómo las tradiciones, aunque propias de una región geográfica, pueden dar apertura al encuentro intercultural.
En la página del Centro Nacional del Patrimonio Inmaterial hay más información sobre lo que hace la institución y los eventos que organiza, por lo que sin duda, vale la pena visitar este lugar si viajas a Jeonju, Corea.

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