Si bien, viajar a Corea durante todo el año es increíble, no podemos negar que una de las estaciones favoritas de los viajeros es el otoño debido a los vibrantes colores de las hojas que se pueden apreciar en cada rincón.
Este año, al ser elegida como una de las mejores creadoras de contenido de la región de América, tuve la fortuna de ser invitada a un tour especial durante el otoño organizado por el Gobierno de Jeollanamdo en donde durante 5 días pudimos disfrutar un poco de todo lo que esta región tiene por ofrecer. A continuación, te comparto mi experiencia.
El pasado 21 de octubre inició mi viaje hacia el descubrimiento de las maravillas de Jeollanamdo, en donde después de 15 horas de viaje en avión y cinco horas más en carretera, finalmente llegamos a nuestro primer destino, la pintoresca ciudad de Mokpo.
Después de disfrutar de una deliciosa cena y dormir plácidamente, al día siguiente nos levantamos temprano para disfrutar de nuestras actividades iniciando con el emblemático teleférico de la ciudad.
A pesar de que el día estaba muy nublado, las vistas desde las alturas fueron impresionantes. Después de una refrescante bebida y un breve descanso, nos preparamos para una caminata por el sendero Yongoreum en la isla Gohado, algo que fue bastante retador para mi ya que, debido a la región en donde vivo, no estoy acostumbrada subir y bajar colinas y montañas, pero las vistas definitivamente te roban el aliento.
Visita a los Museos de Historia Moderna.
Para conocer la importancia histórica de la ciudad de Mokpo es indispensable visitar sus museos de historia moderna.
Primero nos dirigimos a la sala número 1 en donde se grabó el popular K-drama “Hotel de Luna”. Construído en 1898, este edificio es considerado el más antiguo de la ciudad y antes de convertirse en museo en 2014, fungió como consulado japonés.
Dentro de sus instalaciones se presentan diversas exhibiciones que te permiten entender mejor lo acontecido en la ciudad durante el periodo colonial japonés (1910-1945).
Después de un interesante recorrido por la sala 1, nos dirigimos a la sala 2, un edificio construido en 1920 en donde aprendimos más sobre la importancia comercial del puerto de Mokpo y los diversos movimientos patrióticos llevados a cabo por importantes activistas como Seo Tae Seok (서태석) y Kim Gwi Nam (김귀남).
Visita a la Galería de la Cultura Gastronómica de Mokpo
Al terminar nuestro recorrido por los museos nos dirigimos a la que fue una de mis actividades favoritas del día, la visita a la Galería de la Cultura Gastronómica de Mokpo
(목포미식문화갤러리). Actualmente el edificio, que antes fungía como almacenes aduanales, es un espacio en donde se dan a conocer los aspectos más destacados de la ciudad, como la comida, su cultura, e historia.
Tuvimos la oportunidad de apreciar una hermosa proyección en pantallas especiales distribuidas por todo el salón en donde nos sumergimos en el increíble mundo marino de Mokpo. Con esa proyección sentías que te encontrabas nadando con lindos peces, ballenas, mantarrayas, y demás animales.
Actividad especial: Creando mi propio perfume
La última actividad del día fue la que más esperaba, iba a tener la oportunidad de crear por primera vez mi propio perfume. Al entrar al estudio de perfumes NOZ, Lee Da-young, la propietaria del estudio, nos recibió con una gran sonrisa y nos explicó los pasos a seguir para crear nuestra fragancia.
Lo primero que tuvimos que hacer fue oler diversos papelitos con diferentes aromas. Después de un par de minutos, finalmente encontré las esencias que más me gustaron, una con toques cítricos y otra con toques de madera.
Después de eso, pensé que el proceso se complicaría pero fue mucho más sencillo de lo que imaginé. Solo tuvimos que colocar un poco de las esencias elegidas a nuestro frasco de vidrio para posteriormente agregarle una porción más grande de alcohol, y listo, habíamos terminado el proceso.
Visita a un Noraebang
Para cerrar con broche de oro, visitamos una sala de Karaoke, en coreano conocida como Noraebang. Esta fue mi primera vez experimentando un karaoke coreano y debo decir que quedé fascinada. Lo había visto muchas veces en escenas de K-dramas y me imaginaba que era muy divertido, y sí que lo fue.
Pude bailar y cantar junto con mis nuevas amigas mientras compartíamos un poco sobre nuestros grupos de K-pop favoritos, sin duda alguna una experiencia increíble.
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