Dentro del marco del "Korea Season 2025", la División de Promoción de Asuntos Culturales Internacionales del Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo de Corea organizó en colaboración con KOFICE, la Embajada corean en España y el Centro Cultural Coreano en España, el evento: "Un baile entre culturas. Dos culturas un corazón" que se llevó a cabo en el Centro de Danza Matadero en Madrid, España.
En el vestíbulo del Centro de Danza Matadero, previo a la función, y dentro del programa de experiencias gastronómicas "Como en Corea", fuimos obsequiados con dulces tradicionales coreanos. En la imagen pueden ver a una de las anfitrionas preparando la bandeja.
También pudimos disfrutar de una mesa de dagwa o dulces tradicionales coreanos. Esta clase de mesa se usa principalmente en las festividades. La mesa de dulces fue diseñada según "el concepto de la maestra Kim Myung-sook, responsable del café de postres Kimssibuin (Sra. Kim) en Seúl". La mesa de dagwa, dispuesta sobre un soban tradicional (mesa pequeña) , representa "el afecto y hospitalidad con la que el pueblo coreano ha recibido a sus invitados desde tiempos antiguos"
En el mismo vestíbulo pudimos encontrar pequeñas cajas de plástico, como la de la foto, con elementos alusivos a los musicales más fámosos de Corea.
El delicado programa de mano contenía información sobre la iniciativa "Korea Season", cuyo objetivo es promover y apoyar a los artistas coreanos en su internalización. También contiene amplia información sobre los dulces tradicionales coreanos, el mundo de los musicales en Corea, y el concepto del espectáculo: "Un baile entre culturas", como un intento de fusionar los valores tradicionales de la cultura coreana con los tiempos actuales.
En esta imagen podemos ver, todos juntos en el escenario, a los bailarines de las tres compañías de danza que se presentaron: "Choe Contemporary Dance company" con su obra "Their argument"; HOO Dance Company con su obra Breathing Dream" y "Humanstance" con la obra Sinawi.
La RH Clara Freire en una simpática foto con uno de los bailarines.
Al final de la presentación, los bailarines bajaron del escenario e invitaron a bailar con ellos a los asistentes. En esos 15 minutos de danza el lenguaje fue la danza y el movimiento, por lo tanto, todo fue disfrute, armonía y diversión. Yo, en lo personal, y estoy segura de que los que subieron a bailar conmigo también lo harán, guardaré este momento con especial cariño en mis recuerdos.
¡Expreso mi agradecimiento por la oportunidad de vivir estas experiencias mágicas!