La paz del paisaje coreano, verde y vibrante con el sonido constante de las chicharras que noche y día musicalizan la montaña y la ciudad hacen del verano una época particular, donde el calor nos sofoca y el entorno nos invita a disfrutar.
En el verde tono se puede sentir la humedad del ambiente que despierta una vegetación frondosa con la misma vibración con que en la noche titilan las luces de neón.
Un paseo por el Cheonggyecheon 청계천en Seúl nos permite disfrutar a lo largo del día del curso fresco de sus aguas que cruzan el centro de la ciudad. El proyecto de restauración del río – a partir de la demolición la autopista – generó un espacio público que mejoró la calidad de vida de los residentes y atrajo el turismo.
Dentro del caluroso paseo veraniego y añorando la nieve invernal el pattbingsu 팥빙수 nos puede transportar con el delicado sabor del la escarcha de helado combinado con frijoles rojos en su versión original, y a menudo coronados con helado o yogur helado, leche condensada endulzada, sirope de fruta, y diversas frutas que resaltan la combinación.
Acompañando el postre, dos tés coreanos típicos: el té de yuja 유자차 y té de omija 오미자 elaborado a partir de las bayas.
Paseando en Seúl por el barrio de Bukchon북촌한옥마을nos podemos encontrar con el bello legado constructivo de Corea, donde el pasado y el presente conviven en armonía. En un barrio antiguo podemos disfrutar de la historia y el arte en un circuito de galerías y museos de arte y diseño en conjunción con los últimos avances tecnológicos.
Saliendo de la ciudad podemos disfrutar de las maravillosas playas con cálidas aguas del color su cerámica original, y disfrutar de un descanso en contacto con la naturaleza.
Las playas de Busán nos invitan a recorrer la extensa costa y caminar - como una buena costumbre oriental - en buena compañía compartiendo una charla y los detalles de la vida, en conexión con la naturaleza, subiendo y bajando montañas hasta llegar, en este caso, a la playa Haeundae 해운대 해수욕장 desde la montaña Dalmaji 달맞이, con su vista espectacular.
Buscando olas y una rambla donde descansar y refrescarnos con un café helado o un té verde, podemos visitar en Busán la playa Gwangalli 광안리 해수욕장 , reconocida por su distintivo puente y los surfistas que disfrutan de la bahía.
El Río Han 한강, que nace de la confluencia del río Namhan y del río Bukhan originados en la montaña de Geumgang en Corea del Norte fluye a través de Seúl y refresca a los habitantes de la ciudad, para unirse con el río Imjin justo antes de desembocar en el mar Amarillo.
A lo largo del Río podemos disfrutar de un parque natural con atracciones y espacios de descanso, deportes, camping, fiestas y actividades acuáticas, y maravillarnos con el atardecer y sus reflejos en el agua.