Con el auge del Kpop en constante crecimiento, es innegable el hecho de que este genero ha llegado a cada rincón del mundo. En este aspecto, se encuentra Lenin, un artista independiente de Perú, quien logró una mezcla, nunca antes vista en la música, con ritmos o “beats”, que son comunes el las canciones de Kpop, mezclados con las serenas y tradicionales melodías andinas del Perú.
Con esta premisa de base, Lenin, el creador del “Q´pop”, respondió algunas preguntas con respecta a su trayectoria y otros aspectos en sus trabajos musicales.
Trayectoria
Mi nombre es Lenin Tamayo de Lima, mi familia es del sur de Perú. El Q-pop, como tal, nació en 2020 a través de un video de TikTok viral. También podría decir que desde que incorporé el Kpop en la música de mi madre; o, de una forma más romántica, podría decirse que desde que estaba en el vientre de mi madre.
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Cuando decidí sacar mi primer sencillo nunca me imaginé que sería catalogado como Q´pop; para mí era música andina. Ya que esa es la música que se escuchaba en mi casa, incluso mi madre es artista de música andina.
Es una vez que llega a las redes sociales, cuando se le coloca una etiqueta y explota como Q´pop. Esto debido a que parecía Kpop pero eran canciones en quechua y español, y se creó una situación de burla de la cual me apropié, y la adapté como una etiqueta, una marca personal.
Hay diversas formas de abordar la música y el Q´pop en sí. Lo cierto es que la propuesta musical que he venido desarrollando ha pasado por un cambio, una metamorfosis a lo largo de los años; que es en sí lo que representa a la música andina. La música andina es una fusión.
¿Cómo es la estética del Q´pop? ¿Qué diferencias y similitudes comparten con el Kpop?
En un inicio, trataba de darle una estética al Q´pop. Desde TikTok, intenté buscar una manera de que tuviera una estética definida, que se viera diferente. Luego, comencé a entender el proyecto que estaba realizando y de esa forma empecé a darle una identidad definida como tal.
Me gusta hacer la analogía con “Machu Picchu”, mundialmente conocido en Perú, una ciudad Inca que evidencia el poderoso imperio y las raíces andinas quechuas. Su ciudadela está construida sobre un espacio geográfico que se ha mantenido intacto, respetando su entorno. Al visitar cualquier resto inca o pre-inca, casi siempre encontrarás esa particularidad, demostrando el gran respeto por la geografía.
En cuanto al pensamiento andino, es cíclico. Si se destruye un cerro, se corta un manantial o se produce una falla geológica, como un río o un lago, eso generará un ciclo que te afectará. Por lo tanto, al tener una perspectiva cíclica del mundo, se busca respetar las figuras geográficas y crear encima de lo existente, como lo hizo la civilización inca.
Mi música y mi ropa sigue esta línea. No busco generar ni destruir estructuras, especialmente en la moda. No confecciono vestuarios desde cero, ni altero patrones, sino que combino ropa moderna como jeans y blusas con objetos y accesorios andinos, incorporando tendencias con detalles andinos y respetando la naturaleza de las cosas.
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En cuanto a la música, comienza con un beat electrónico como cualquier otro, y sobre eso, creo un sonido que me identifique. Aunque al principio tuve miedo de alejarme de lo andino, luego comprendí que ser andino no es algo externo, sino algo interno que llevamos. Así, puedo cantar en diferentes géneros, pero mi sonido seguirá siendo andino.
En este aspecto, es similar al Kpop, que tiene influencias occidentales, pero mantiene su esencia coreana.
¿Qué artistas te inspiran o te han inspirado hasta este momento?
La primera artista que me ha inspirado es, sin duda, mi madre. He sido su productor y me frustré un poco al no encontrar espacios para una artista con una propuesta tan sólida. Con el tiempo, aprendí a procesarlo y enfoqué mis esfuerzos en ayudarla y apoyarla en su trabajo. Creo firmemente que su trabajo será reconocido en un futuro, aunque quizás distante.
El arte se hace por convicción, no por likes o dinero. Surge de ti y es lo que realmente perdura.
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Otros artistas que admiro son Illapu, que representa la música latinoamericana con un enfoque en la crítica social; la trova; Mercedes Sosa, León Gieco. También disfruto de la música orquestal como Yani, Sarah Brightman, que fusiona la música lírica con el pop, ofreciendo una variedad musical fascinante. Cuando descubrí el Kpop en la secundaria, me pareció ingresar a un mundo nuevo y fascinante.
Recuerdo que mi primer instrumento para aprender fue el violín. Mi madre compró mucho material de concertistas de violín, y entre ellos había un disco de Yma Sumac con una portada de colores turquesa y amarillo. Era un concierto en vivo en Europa, y fue la primera vez que la escuché. Quedé impresionado, ya que era una artista de décadas pasadas con una propuesta muy atrevida, muy adelantada para su época.
Volviendo al Q´pop, creo que al ser algo nuevo, hay cierto desconcierto al respecto, pero, aun así, junto a mi equipo, pretendemos mantenerlo un poco hermético. Es algo especial que hemos creado y no debemos dejarlo ir, sino más bien perfeccionarlo. Es algo propio que no debería ser vendido a nadie.
¿Cuáles crees que son los mayores desafíos que tuviste o tienes? ¿y qué esperas lograr a futuro?
En el proceso de emprender algo nuevo, especialmente algo híbrido como en mi caso, me he enfrentado a diversos desafíos. Siendo el primero en esto, en un terreno tan complejo, particularmente en Perú, he encontrado obstáculos significativos. La industria musical local está rezagada en comparación con otros países.
El presupuesto es otro inconveniente que he debido afrontar. He tomado decisiones arriesgadas, confiando en el apoyo de mis seguidores, independientemente de mis aspiraciones, que son comunes a todo artista. Mi meta es que cada proyecto evolucione continuamente, no buscando alcanzar producciones al nivel del Kpop de inmediato, sino progresando gradualmente. Es una declaración de intenciones para demostrar que con mi idioma, cultura y estilo, también puedo alcanzar grandes logros.
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En el contexto actual, con el auge de las redes sociales, me encuentro en un conflicto. Muchas veces siento que los artistas nos vemos obligados a adoptar un papel o personaje para lograr viralidad y seguidores. Esta presión a veces puede restarle autenticidad a nuestro trabajo. Es complicado vincular el arte con la viralidad, mantener la profundidad y seriedad más allá de lo gracioso que pueda volverse un contenido viral.
Creo firmemente que llegará un punto de quiebre en el que solo perdurarán los artistas que buscan construir una carrera sólida. Hacer una carrera musical implica sortear numerosos obstáculos y encontrar un equilibrio entre la autenticidad artística y la visibilidad. Personalmente, me he distanciado de la búsqueda de viralización y números, prefiriendo enfocarme en el mensaje que deseo transmitir con mi arte.
¿Cuál dirías que ha sido tu momento más memorable? Y dentro de todo tu trabajo ¿cuál es la canción que mejor te representa o que es tu favorita?
Primero, “¿Imaynata?” tiene algo especial, fue como una firma que puse sin darme cuenta de lo audaz que era. La letra refleja literalmente lo que estaba experimentando en ese momento, una genuinidad cargada de miedo al lanzarlo al mundo. Afortunadamente, se popularizó y estoy agradecido por ello. Sin embargo, “Kutimuni” es una canción que abarca muchos aspectos a nivel artístico. Dentro de mi visión, probablemente sea lo que siempre quise hacer desde el principio, pero me llevó casi un año comprenderla completamente. Su letra se inspira en un poema a Túpac Amaru; la melodía y los precursores están influenciados por la Fiesta del Sol de Cusco, recordando un canto eclesiástico. En Cusco, muchas misas se realizan en quechua debido a la colonización religiosa. A pesar de recibir partituras de iglesias, la gente indígena buscaba incorporar sonidos andinos en su música como una forma de resistencia. El video musical se grabó en Huacrapucara, un lugar imponente en Cusco, durante el solsticio de invierno el 21 de junio. El sol en ese video representa al "Inti Raymi", el sol más lejano y el día más frío del año. En resumen, "Kutimuni" es un regalo a mi niño artista interior.
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En cuanto al momento más memorable, hay varias experiencias como Rolling Stones, la entrevista en la BBC, mi gira por Asia o cuando coreanos visitaron mi casa y los llevé con mis amigas mientras nos grababan, una situación surrealista. Hace diez años éramos niños escuchando Kpop y ahora ellos nos visitan para grabarnos.
Lo más memorable será lo que ocurra en los próximos meses después de esta entrevista, una decisión tomada por varias razones, principalmente porque deseo seguir siendo una declaración de intenciones al llevar mi idioma, cultura y propuesta a otras industrias manteniendo mi esencia. La libertad, ¿qué es? ¿He sido realmente libre? No lo soy si cedo, por ejemplo, al rap. Aunque nunca pensé en hacerlo, lo hice por adaptarme a la modernidad y la música actual. Nunca imaginé que en una entrevista terminaría bailando en cada toma.
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